El Corredor Biocultural Matanza-Riachuelo de Argentina

El río Matanza-Riachuelo, que atraviesa la ciudad de Buenos Aires, es conocido por ser uno de los cursos de agua más contaminados del mundo. Sin embargo, también alberga muchos ecosistemas importantes que desempeñan un papel fundamental en la vida de millones de personas y de innumerables especies vegetales y animales. La FARN, miembro de Humedales sin Fronteras, trabaja para llamar la atención sobre el valor natural, cultural y la diversidad de la cuenca del Matanza-Riachuelo y otros ecosistemas valiosos de toda la cuenca del Río de la Plata. Mediante la creación del Corredor Biocultural Matanza-Riachuelo, Humedales sin Fronteras pretende proteger y restaurar el ecosistema de la cuenca, al tiempo que refuerza el vínculo cultural de las comunidades locales con la zona.

Fortalecimiento de la resiliencia

A través de los corredores bioculturales, Humedales sin Fronteras está reconectando y fortaleciendo la resiliencia de hábitats naturales y comunidades similares que comparten prácticas socioculturales comunes en toda la cuenca del Río de la Plata. El Corredor Biocultural Matanza-Riachuelo es uno de los diez corredores de este tipo. Situado al sur de la megaciudad de Buenos Aires, se extiende a lo largo de unos 70 km a lo largo de los ríos Riachuelo y La Matanza y sus afluentes.

Como primer paso para crear el Corredor Biocultural Matanza-Riachuelo, se identificaron los puntos críticos de biodiversidad y cultura de la zona. El Corredor Biocultural Matanza-Riachuelo incluye numerosos humedales que se encuentran dentro de esta zona suburbana, entre ellos la Reserva Natural Santa Catalina, la Reserva Natural Ciudad Evita, la Reserva Municipal Laguna de San Vicente, el Proyecto Paisaje Protegido Erratchú y el Proyecto Ministro Rivadavia Ambá. Uno de los objetivos principales del Corredor Biocultural es conectar estas áreas y promover su gestión sostenible y protección. Un mapa interactivo, creado por Casa Río, miembro de Humedales sin Fronteras, destaca las características únicas de los puntos de interés del Corredor Biocultural Matanza-Riachuelo, así como otros corredores bioculturales en el tramo argentino de la cuenca del Río de la Plata.

The Matanza-Riachuelo Biocultural Corridor is a mix of natural and cultural sites of importance

Wetlands without Borders is working to restore the Matanza-Riachuelo Biocultural Corridor, e.g. by tree planting

Celebración del Corredor Biocultural

FARN y Casa Río están involucrando activamente a los residentes en el Corredor Biocultural. En 2022, los grupos organizaron un festival en la Reserva Natural Santa Catalina, en Lomas de Zamora. Más de 200 personas asistieron al festival de dos días, que incluyó actividades culturales, políticas y educativas. Cientos de escolares, estudiantes y otros grupos de la zona visitaron la Reserva Natural Santa Catalina y asistieron a presentaciones sobre su patrimonio biocultural. Para algunos de los niños, esta es la primera vez que experimentan la naturaleza. La reserva alberga el Museo de Agrobotánica, Historia y Naturaleza, punto de partida de muchas actividades educativas.  

Acciones para mejorar las reservas naturales del Corredor Biocultural

Humedales sin Fronteras también trabaja para restaurar y rehabilitar el Corredor Biocultural Matanza-Riachuelo. Las actividades incluyen la plantación de árboles y la creación de viveros, así como la promoción de la protección de las reservas naturales existentes, que se encuentran bajo presión.
 
La Reserva Natural Ciudad Evita se encuentra en los suburbios de Buenos Aires, donde existe una dramática escasez de espacios verdes naturales. Es uno de los espacios estratégicos de la cuenca de Matanza-Riachuelo, que contribuye a la conservación de la biodiversidad y al bienestar de los residentes de la zona. Sin embargo, los planes de urbanización de la zona amenazan el futuro de la reserva natural. FARN y los residentes locales de Ciudad Evita se han comprometido con el municipio de La Matanza y otras autoridades regionales, planteando su preocupación por la invasión de la reserva por parte de la construcción. En respuesta a la presión, las autoridades acordaron cumplir su compromiso anterior de proteger la zona.
 
La Reserva Natural Santa Catalina también está amenazada. A pesar de la legislación que protege la reserva, la propietaria de la zona, la Universidad de La Plata, quiere utilizar los terrenos para la construcción de un complejo inmobiliario. FARN entabló un diálogo con el Ministerio de Medio Ambiente de Buenos Aires, para convencerlo de que aplique de manera efectiva la protección ambiental de esta zona natural, y seguirá abogando por la protección de esta reserva natural y del resto de la cuenca del río Matanza-Riachuelo.
 
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